Las batas se consideran el segundo equipo de protección personal más grande después de los guantes. Se deben usar batas de aislamiento no estériles para proteger los brazos en movimiento y las áreas expuestas del cuerpo cuando se espera el contacto con ropa, sangre, fluidos corporales, secreciones y excrementos. Está diseñado para ayudar a proteger a sus trabajadores de gotitas infecciosas, infiltración de líquidos e intrusión de sólidos, y ayudar a prevenir la propagación de microorganismos a los residentes vulnerables. Entonces, ¿quién necesita usar batas de aislamiento?

1. Personas en entornos de bajo riesgo, como aquellos en atención básica, aislamiento estándar, batas de visitante o unidades médicas estándar. Por lo general, requieren una resistencia básica a los fluidos de nivel 1 para combatir la propagación de COVID-19 porque no hay mucho riesgo de que se desvíe la sangre u otros fluidos corporales.

2. Pacientes o personal en extracción de sangre, sutura, unidad de cuidados intensivos (UCI) o laboratorios de patología.

3. Extracciones de sangre arterial, inserción de líneas intravenosas (IV), personas en salas de emergencia o casos de trauma.

4. Personas que requieren resistencia a patógenos o pacientes o personal en entornos de enfermedades infecciosas durante procedimientos prolongados con uso intensivo de líquidos.

C&P de Hefei